Roland Barthes, un famoso estudioso de los signos y filósofo francés, dedicó gran parte de su trabajo a estudiar la moda desde un enfoque estructuralista. En su conocido libro "El sistema de la moda", Barthes utiliza los principios de la lingüística de Saussure para analizar la ropa, distinguiendo entre la "lengua" del vestir (las normas y convenciones generales) y la "palabra" del vestir (los actos individuales de vestirse).
Esta manera de ver la moda muestra que, al igual que el lenguaje, la ropa es un sistema de signos culturales que va más allá de las prendas individuales. Siguiendo esta idea, podemos aplicar el enfoque de Barthes a la arquitectura, viéndola también como un "lenguaje" con una "lengua" de estilos, tipos y elementos arquitectónicos, y una "palabra" que es cada edificio específico que usa esos códigos espaciales y materiales.
Al entender este "lenguaje" arquitectónico, se descubre que la arquitectura, como la moda, no solo tiene funciones prácticas sino que también comunica significados sobre identidades, jerarquías, valores estéticos y normas sociales a través de su forma y materiales. Los edificios pueden leerse entonces como textos complejos llenos de mensajes simbólicos.
De esta manera, el análisis de Barthes sobre la moda ofrece una forma útil de ver la arquitectura como un sistema de signos culturales. Entender estas estructuras de significado en los edificios enriquecería nuestra comprensión de la arquitectura, permitiéndonos interpretarla como un discurso simbólico con muchas posibles interpretaciones.
Referencias: